¿Te decidiste por una decoración de boda en blanco y dorado y buscas inspiración para los centros de mesa, tus complementos y el salón de bodas? Te traemos las mejores ideas para ayudarte en esta tarea. ¡Disfrútalas!
El blanco es, indudablemente, el color de boda por excelencia. Representa la pureza y perfección. Por su parte, el dorado es el acompañante perfecto si lo que buscas es dotar al día más importante de vuestras vidas de un toque de elegancia y sofisticación.
El dorado simboliza la riqueza pero también la felicidad y, ya incluso en las antiguas civilizaciones, tuvo un significado muy profundo, pues era el color de los dioses.
Por ello, si optas por esta idónea combinación en la decoración de tu boda y en los detalles de tu vestido, te sentirás y, por supuesto te verás, como una auténtica diosa.
Si los colores de tu boda son, entonces, el blanco y dorado, así deben ser las invitaciones a tan feliz acontecimiento. Las letras doradas sobre el blanco impoluto de la tarjeta resaltarán maravillosamente y ofrecerán una imagen refinada de vuestro futuro enlace a los invitados. Podéis, igualmente, acompañarlas con un lazo dorado.
La decoración del salón donde celebraréis la ceremonia deberá ir, obviamente, en consonancia con los colores escogidos. Prestad atención a detalles como la mantelería o los centros de mesa. Una buena idea es escoger manteles blancos inmaculados y cubertería dorada. Asimismo, la vajilla será ideal si es blanca con filigranas doradas. Los marcasitios pueden ir en la misma línea que las invitaciones: tarjetones blancos y tipografías en dorado. Respecto a los centros de mesa y adornos florales, podéis probar con tulipanes blancos o peonías blancas, que aportarán romanticismo al entorno.
El vestido de la novia, tu vestido, puede ser blanco y con incrustaciones doradas. El color dorado, además, lo puedes implantar en los complementos: diadema, pulseras o pendientes. Incluso si el vestido lo permite y no está muy recargado, puedes estar espectacular si añades un punto de luz a la altura de la cintura, en forma de cinta o cinturón de pedrería. Por su parte y en relación a los complementos del novio, su corbata bien podría tener reflejos dorados.
Pero la novia puede llevar la decoración de boda en blanco y dorado a su vestido para el civil y hasta sus uñas.
Y para poner la guinda al pastel (nunca mejor dicho), la tarta nupcial puede, del mismo modo, ser de crema y contar con motivos decorativos en dorado o, incluso, perlas de azúcar confeccionadas en este color. Este día tan especial, de esta manera, quedará grabado tanto en la retina de vuestros invitados como en su estómago.
¿Quieres ver más tartas de bodas? ¿O una decoración de boda en azul?
Fotografía cortesía de: elizabethannedesigns.com, thepastrystudio.com, colincowieweddings.com, vivaluxury.blogspot.com, autumncozy.tumblr.com, modwedding.com, oncewed.com
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